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Los Orígenes De Los Vicus

Vicús tomó por sorpresa a los arqueólogos perua; su descubrimiento alteró la visión que se tenía sobre el Antiguo Perú: es una de las culturas que alcanza y hasta supera "en logros el arte y el desarrollo técnico de nuestras viejas culturas clásicas" (Lumbreras, [0432]:14). No solamente es una huella arqueológica del pasado prehispánico del extremo norte, sino uno de los estilos de cerámica más delicados y finos de todo el Perú.  Quizás Vicús ya no es un enigma ni una cultura nebulosa como la denominaron los primeros que la investigaron (Guzmán, [0421]); Horkheimer, [0423]-[0425]), pero hasta el momento sigue siendo una de las culturas menos entendidas del pasado andino (Bonavia, [0415]): 250), y de hecho no ha perdido su rol como "cultura llave" (Larco Hoyle, [0430]) para comprender las interacciones entre las sociedades prehispánicas de los Andes septentrionales y los centrales.  A pesar de todo, las referencias reunidas en el presente capítulo resaltan la importancia de su estudio para conocer el desenvolvimiento de la realidad y vitalidad regional en cuanto zona de tránsito, confluencia y articulación de las sociedades del norte peruano y del sur ecuatoriano así como para establecer los fundamentos nativos de la cultura piurana actual.

 

Inicialmente conocida como "de Ayabaca" -puesto que los primeros ceramios del estilo se habían encontrado en los alrededores de Frías-, Vicús recién fue reconocida como cultura ubicada en el alto Piura, a principios de los '60.  De un caserío anexo de la gran hacienda Pabur, rodeado de numerosas tumbas muy profundas, procedía la gran cantidad de huacos que por esa época habían inundado los mercados norteños y engrosado las colecciones de los museos y de particulares en el extranjero. La huaquería llamó la atención de los arqueólogos peruanos; más de 2000 pozos abiertos y una irracional destrucción de los cementerios fue el panorama que encontró Ramiro Matos a "las 10 a.m. del día 29 de enero de 1963" (Matos, [0433]: 92).  El fue quien determinó la real procedencia de esos ceramios e identificó su estilo, aunque sus estudios sólo se basaron en el componente cerámico superficial.

 

Muy rápidamente comenzaría a concitar la atención de los estudiosos; Guzmán y Casafranca ([0422]), Disselhoff ([0418], [0419]) realizarían excavaciones en la zona mientras que muchos otros más se dedicarían a la descripción y el análisis del material cerámico de esta cultura. Estudios muy serios y consistentes cuyo principal problema, sin embargo, es el girar en torno a un mismo material, limitado y de procedencia discutible: una o un grupo de colecciones que, por lo mismo, no permiten asociaciones científicamente establecidas y que han propiciado la división entre interpretaciones opuestas de carácter "evolucionista" (Vicús como protomoche) o "difusionista" (Vicús como colonia moche); también está en discusión si Sechura y Vicús son expresiones de una misma cultura. Muy pocos trabajos responden a investigaciones de campo directas, aunque es probable que, en un futuro cercano, se cuente con mayor información gracias al actual Proyecto Arqueológico del Alto Piura, en el que el análisis de la cerámica local se contextualiza con los datos de áreas vecinas y del que ya se cuenta con algunas tesis de bachiller (Amaro, [0414]; Murro, [0437]) como resultados parciales.

Publicado por: Percy Alonso Grandez Durand.

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